La vacuna contra rotavirus brinda una protección de hasta 90%. Cuidado con los cuadros febriles
Los padres se alertan ante cualquier elevación de la temperatura de los niños por temor a que se trata de dengue; sin embargo, cuando la fiebre dura más de 24 horas y está acompañada de diarrea es probable que se trate de gastroenteritis.
Las condiciones geográficas y ambientales de nuestro país ofrecen las condiciones propicias para la propagación de enfermedades endémicas como el dengue. En los últimos tres meses se han registrado brotes de esta enfermedad en todo el territorio nacional, lo que ha ocasionado en que en tan solo un año la incidencia aumentara 16 mil a 40 mil casos, provocando alarma en la población ante la presencia de síntomas como la fiebre y malestar general.
El pediatra venezolano José Antonio Suárez enfatizó que el dengue no es la única enfermedad frecuente en niños que puede causar fiebre, éste también puede ser un síntoma de gastroenteritis por rotavirus. Recomendó a los padres estar atentos a cualquier aumento en la temperatura corporal de los pequeños y buscar ayuda médica si la condición persiste por más de 24 horas.
Asimismo, aclaró que no hay que bajar la guardia una vez que se descarta el dengue, ya que si se trata de rotavirus los pacientes pueden presentar deshidratación y debilidad, debido a que la fiebre viene acompañada con vómito, diarrea aguda, calambres, dolores musculares y falta de apetito. Las complicaciones causadas por estas molestias puede hacer necesaria la hospitalización del pequeño.
El galeno recalcó que la inmunización oportuna es el único mecanismo de prevención contra la gastroenteritis por rotavirus. Es vital aplicar la vacuna al cumplir las primeras seis semanas de vida, posteriormente, en el segundo y cuarto mes se deben colocar los refuerzos. El rango de protección que ofrece este medicamento si se administra adecuadamente es superior al 90%.
Aunque la gastroenteritis por rotavirus puede afectar a personas de cualquier estrato social, es más frecuente en las zonas rurales y marginadas, donde el agua no es tratada adecuadamente, hay menos acceso a las vacunas y las condiciones de higiene son deficientes. El doctor Suárez destacó que esta enfermedad es una de las principales causas de hospitalización en menores de cinco años, y en los casos más graves puede llegar a ser letal, cuando se presenta deshidratación severa.
